Eva
Por
Tania Hernández
No les fue dificil apresarla.
La encontraron en su oficina, desmayada por las pastillas. El traje Channel
manchado de rojo. Su esposo en casa, callado para siempre, mientras en su
escritorio el salvapantallas de su MacBook repetía infinitamente:
esto es el
paraíso esto
es el paraíso
esto
es el paraíso
esto es el paraíso esto es el paraíso
Hola Tania, BUEN MICRORELATO.
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