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Marlene

Marlene

Por Tania Hernández


A Marlene la conocí en el taller de capacitación al que voy los lunes, miércoles y los viernes. Ella va a dejar a Beba en las mañanas y a traerla en las tardes. No, no se llama Beba de verdad, pero así le dicen todos. Se llama Bárbara. Y su mamá se llama Marlene. Es una señora muy bonita. Se parece a una de esas actrices de las telenovelas que veo con mi mamá todas las tardes. El pelo negro le llega hasta aquí, hasta la cintura. Después del curso, yo me siento cerca de la puerta para esperar a mi mamá, y veo cuando llega por Beba. Yo antes me ponía rojo, a saber por qué y ni la miraba. Casi que metía la cara en la hoja del cuaderno donde tengo mis dibujos. Me gustaba mucho dibujarla. Todavía me gusta. Aunque no me salga tan bonita como es en la realidad.

El otro día, la Beba se tardó en salir. Marlene llegó allí donde yo estaba sentado y me preguntó que qué estaba pintando. A mí me daba vergüenza enseñarle, porque esa vez también la estaba pintando a ella, pero ella agarró el cuaderno y lo vio y me dijo que estaba muy bonito lo que estaba dibujando. Me dijo que era un artista. Yo me reí, porque pensé que lo estaba diciendo de chiste. Pero quesi no, me dijo que era en serio. Me dijo que a ella también le gustaba pintar, pero que no lo hacía tan bonito como yo. También me dijo que tenía una hija que era como yo. Yo le dije que sí, que sabía que Beba era su hija, pero que no era como yo, porque ella hacía corte y confección y yo panadería. Ella se rió, a saber por qué, y dijo que sí, que tenía razón. Y yo también me reí, pero porque tenía mucha vergüenza de hablar con una señora tan bonita.

La Beba no llegaba, yo creo que porque tenía examen ese día. Y mi mamá se había atrasado. Después me contó que era porque el dentista se había tardado mucho. Entonces estuvimos platicando, Marlene y yo. Yo le pregunté si ella era maestra, como mi mamá. Y ella me dijo que no y me preguntó si yo sabía qué era una puta. Yo le dije que sí, que así como la novia de mi papá. Le conté que mi mamá me había dicho que eso es lo era. Aunque ella me dijo a mí que trabajaba en el laboratorio con mi papá. Pero mi mamá dice que no le tengo que creer nada de lo que dice. Yo no sé, yo digo que tal vez puede ser las dos cosas. De todas formas mi mamá dice que putas hay en todos lados.

Marlene se reía. Yo le pregunté por qué se reía tanto, y me dijo que nunca había oído a nadie que dijera tantas verdades en un solo ratito. Y que eso la ponía alegre. Me dijo que yo era muy simpático y que le gustaría que las llegara a visitar un día, a Beba y a ella.

De allí llegó Beba y se fueron. Después llegó mi mamá. Yo le pregunté a mi mamá que si podía ir un día a visitar a Beba y a su mamá. Ella me dijo que sí, que le alegraba mucho que yo, por fin, tuviera amigas como yo. A mi mamá también le tuve que aclarar que Beba no está en mi curso. Pero no le dije nada de lo que hace Marlene. Ya sé que a mi mamá no le caen bien las putas, y si le decía, tal vez no me dejaba ir a su casa.

Mi mamá ya habló con Marlene, y el próximo viernes vamos a ir a visitarlas. Ayer soñé que Marlene era mi novia. Se la iba a presentar a mi papá y mi papá me abrazaba y me decía: “m’ijo, por fin puedo decir que te parecés a mí”. Y yo, en el sueño, me sentía muy feliz.

5 comentarios:

  1. Me encanta como lograstese merequetengue de "me dijo, le dije", especialmente el tercer párrafo ¡Genial!

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  2. Gracias Olga,
    lo escribí un poco rápido y se me fueron algunos errores semánticos y ortográficos. Pero menos mal que se entiende de todas maneras ;-)

    Qué bueno que te gustó. Y que linda que siempre te tomas el tiempo de comentar.

    Un abrazo.

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  3. Me encantó! El único problema es que se acabó muy rápido, me habría gustado más si no está lo del sueño porque da más chance a la imaginación. Lo único que si creo es que el cuento se pudo desarrollar en cualquier sala de espera de cualquier cosa y no en un taller específicamente. Ojalá yo tuviera esa facilidad de creación, dichosa!. Un abrazo!

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  4. Ixmu, me fascina esa forma tuya de retratar la realidad tal como es, pero con dulzura. siempre me encanta leerte.

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  5. Gracias Manu,
    y tienes razón, voy a revisar el cuento, a ampliarlo un poco más.
    Con lo del taller, es que conozco a un chico con "problemas de aprendizaje" que quería meterse al INTECAP, a estudiar panadería. Por eso.
    Mil gracias por tus comentarios que me sirven mucho a la hora de revisar los cuentos.

    Fabiola! Mil gracias. Y qué bueno que te transmita ternura. Estaba intentando un antídoto para desmitificar un poco esa palabra tan misógena.
    Un saludo, y espero leerte pronto. A mí también me gusta mucho leerte.

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