Soñaba que soñaba
Por Daniela Sánchez
La misma hora siempre, el reloj marca la misma hora, mi cabeza está recostada sobre mi hombro derecho, y el reloj marca la misma hora… Siento un sopor, cuento de atrás para adelante: 35, 34, 33, 32, 31, 30…. Cierro los ojos y los abro rápidamente, la misma hora… se escucha un avión pasando, veo el cielo, las nubes intentan reflejar figuras, siento el viento en el rostro.
Abro los ojos, una mirada me observa atentamente, un ojo traspasa el mío, me veo. Se me duerme el brazo, una mano lo levanta a la altura del hombro, siento cosquillas, el brazo regresa a su lugar. Bajo la cabeza y veo mi vestido, esos vuelos no me gustan, qué estaría pensando al despertar. Recuerdo, volteo el cuello y el reloj, marca la misma hora…
Estoy recostada sobre una camilla fría, ojos siguen observándome, sonrío, es a mí a quien observan, de nuevo se me durmió la mano, esta vez no hay nadie para ayudarme.
Cierro los ojos y siento que estoy en un mal sueño, intento despertar y no lo logro. Abro los ojos y de nuevo, me observan. Me incorporo, hay un espejo grande, grande.
Me recuesto nuevamente, intento ver el reloj, lo han quitado de su lugar. Se escucha música clásica y todo está limpio, las batas son blancas, blancas, blancas, como una flor. La luz sobre mi cabeza es fluorescente, pienso que hoy serán tres. Me dejo llevar por la cadencia de la música y cierro los ojos. Siento sus miradas sobre mí. Entiendo que no deciden por dónde empezar, fui explicita desde el principio, todo natural.
Me parece que es la hora… no siento nada.
Ha pasado un día y una noche.
Muy bueno y el final totalmente inesperado, pensé que se trataba de alguien enfermo...
ResponderEliminar¡Bienvenida!
Realmente me tomó un tiempo entender lo surreal del cuento. Pero está muy bien. Así que de mi parte también bienvenida y me encantará seguir leyendo cuentos tuyos.
ResponderEliminar¡Bienvenida Daniela!
ResponderEliminarYa me había asustado porque cuando terminé de leer me quedé...¿eh?. Luego, como dice Ixmu, comprendí que debía colocarle una dosis extra de "surrealidad".
Me gustó mucho el ritmo que llevaba la narración, me agarro.
Un gusto!
¡Bienvenida! Me gustó mucho tu cuento.
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