Emancipación
Por Fabiola Arrivillaga
Preparó los sandwiches y prendió la tele. Escogió una película bonita, de esas que entretienen sin demasiado fondo ni filosofía, para que entendieran fácil. Les llevó la pashama, besó sus cabezas y se sentó a escribir. "Emancipación", pensaba, mientras sus furiosos dedos golpeaban el teclado de su vieja máquina y la hoja, como neonato, emergía a poquitos por el par de cilindros. De vez en cuando se trababa una tecla o se le resbalaba la mano; como buen parto, venía con su justa dosis de dolor.
"Emancipación", pensaba. "Emancipación", rezaba. "Emancipación", soñaba.
"Emancipación", pensaba. "Emancipación", rezaba. "Emancipación", soñaba.
Media página más tarde, rendida y agobiada, cayó dormida.
GENIAL, SIMPLEMENTE GENIAL
ResponderEliminarPuff, es que la emancipación es cansada. ;-)
ResponderEliminarMuy bueno y me gusta que el final sea abierto y que cada uno se imagina qué va a pasar cuando despierte.