variopinto

variopinto

LA INSURGENCIA DEL AMOR

La insurgencia del amor

María Hernández

De repente, la mente se me desordenó. Las ideas se cayeron de los estantes de la cordura. ¡Hubo una revolución! Mis neuronas prosiguieron a esparcir la serotonina que me desbordó en felicidad. En mi vientre, se instaló un mariposario, donde me estremecía en cada aleteo. Mi corazón hizo melodía al compás del amor: el sístole y el diástole en armonía pum pum puuuuuuuum pum. Mis sentidos se alborotaron… botaron y rebotaron. Las placas de mi piel, envueltas en el humedal de la pasión, se mantuvieron en tremenda sacudida por las terminaciones nerviosas en corto circuito ante los roces de sus dedos; mi oído, mi radio receptor, sintonizaba la mejor frecuencia con su voz cadenciosa; mi nariz se volvió fan de sus feromonas y mi boca se deleitó contoneando los labios en el ritual de sus besos.

De pronto, vino la contrarrevolución de su desprecio.



4 comentarios:

  1. El desprecio: una contrarrevolución muy violenta :´(

    Interesante idea.

    ResponderEliminar
  2. Creo que se debe desde el inicio establecer la enorme diferencia entre el cuento, y la prosa poetica, esto es prosa poetica

    ResponderEliminar
  3. ¡Me encantó! Me gusta como en un solo enunciado, le das un giro de 180 grados al relato, como un balde de agua fría. José Estrada

    ResponderEliminar