variopinto

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SOL DE INVIERNO

Sol de Invierno
Olga Contreras

Voy en camino. Hace frío, ha sido invierno desde hace mucho y la primavera se ha hecho de rogar, negándome aquello que a todos les da. El sol calienta mi cara y descongela -cual amante esmerado, poco a poco, con cuidado- las ganas guardadas durante 536 días y sus noches oscuras sin tu cuerpo. Voy a verte, quiero verte, tengo que verte. Soy una viajera con un propósito: necesito recuerdos nuevos, mi curiosidad exige caricias diferentes, mi cuerpo clama momentos desconocidos que describan un amor renovado y mi alma desea relatos ignorados que enciendan su luz.

Llego y me aferro a tu pecho, nada me arranca de ahí, ya eché raíces y maduré en tu piel. Tu sudor es mi rocío, tu voz mi alimento, tus manos son mi fin, tu boca mi principio. Los días pasan entre gemidos, saliva, olor a lujuria, imágenes borrosas de antojos guardados y cumplidos y promesas de locuras por venir. Resultaste ser todo lo que quería, más de lo que imaginaba pero nada de lo que esperaba.

Regreso con el alma en alto, el corazón lleno pero el futuro vacío de vos. Hago una oración para que los detalles se eternicen, para que la piel no olvide, para que la nostalgia no me ponga de rodillas.

2 comentarios:

  1. Maestra ha compuesto usted toda una sinfonía, desde el lento, muy lento, allegro, vivace... y de nuevo al grave. Un placer poder comentar.

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