MONOLOGO DE LA CAMA DE MOTEL
por Gerardo Gálvez
Soberana absoluta e indiscutible de la recamara numero
cuarenta y cuatro del Motel “ Sweet Dreams”
En posición
central de la periferia cuadrada de la habitación.
Recibiendo los
cuerpos de los que me visitan, sus sudores, sus jadeos, sus eyaculaciones, sus orgasmos.
En mi regazo se
consuma la pasión ardiente de los amantes, la vergüenza de las adulteras, el misterio de los sexos, la intimidad que da
alaridos de placer al traspasar lo prohibido,
escapar del edén de lo estable , lo seguro, lo correcto, a la adrenalina
de lo incierto…
No fui fabricada
para recibir los mismos cuerpos cansados de simples mortales que , en hogares
cercados de Misas, Cuchubales y Condominios, pernoctan . No soy cama de las
normales donde transcurren los sueños, yo no se nada de sueños, solo conozco
instintos...
En mis cabecera no existen Crucifijos, ni Ángeles de la Guarda.
No hay rosarios, relicarios o novenarios en las mesas de noche, ni libros, ni revistas
de modas o del jet set.
Los que se
revuelcan en mis cobijas, son todos extraños, no tienen exclusividad mis
colchones.
- No señor: no soy de las camas convencionales.-
Cama de motel,
donde las ropas de dormir se desconocen,
donde las clases sociales se mezclan, donde no existen palabras, sino
solo gemidos de placer resuenan.
Aunque estoy seguro que recibirá a más cuerpos provenientes de lugares convencionales cercados de misas y cuchubales de lo que piensa. Saludos Lic!
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