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El que ríe al último

El que ríe al último
(Por Fabiola Arrivillaga)


Jeremías bajó la talanquera cuando se fue el último de los invitados, fingiendo una circunspecta seriedad y un tono grave. Pero al retirarse aquellas luces unos metros, no pudo contener las carcajadas.

Tres horas antes debía celebrarse la boda del siglo. La hijita de Don Perejil y Doña Emperejilada aceptó casarse con el fulanito de Tal por Cual; más tal por cual que fulano el infame novio. Pero eso nadie lo sabía, les parecía que la elección había sido más que acertada y no menos que excelente. El diseño y elaboración del vestido corrió por cuenta de un importante modisto local, el pastel también era una exclusividad, no se diga la comida y las muy variadas bebidas. Para animar, merengue, marimba y mariachi. Todos los detalles fueron cuidados y sí, por supuesto, el mismo padre que le dio la comunión sería el que la casaría. ¡Ah, la nena!

Llegaron los invitados, tan emperejilados como los futuros suegros y la ceremonia dio inicio. Entró la nena con su cursi vestido y su cursi sonrisita bajo el velo blanco, prendida como un gato al brazo de su padre. Lo hizo, como buena novia, con unos minutos de retraso: el fulanito pinchó llanta camino al club y, mientras la cambiaba, resultó que lo asaltaron y le robaron celular y reloj. Son las cosas que suceden en esta ciudad de locos. Nada anormal. Al fin y al cabo, todo en Guate pasa en el tiempo chapín; a nadie extrañaría que el evento comenzara tres cuartos de hora después o un poco más.

Entonces, todo retomó el curso correcto hasta la bendición de anillos. Fulanito metió la mano al bolsillo y, en lugar de sacar la añorada cajita con las alianzas, salió, enredada del botón del saco, una tanga de encaje rojo que todo el mundo fingió no ver. No había tales. ¡Ajá! Recordó que, durante el asalto, también se los habían robado – más bien, y aquí comienza a enredarse todo, además de la tanga, los dejó en manos de la chica que le calmó las ansias mientras los maleantes le despojaron de sus demás pertenencias. Le pareció correcto corresponder así al gesto solidario de aquella mujer de Dios, y no harían falta más explicaciones.

Así, con el extraño accesorio rojo en su muñeca, del que él no se percataba y al que todo el mundo ignoraba, prosiguió la boda sin anillos, pero sí con la promesa de amarse, respetarse y todo aquello que suele decirse de dientes para afuera en momentos como aquel, salvo raras y esporádicas excepciones. Luego tocó lo de “si hay algún impedimento...” y, como si de una mala comedia gringa se tratara, ocurrió algo inesperado.

Tres mujeres se pusieron de pie formando un triángulo rectángulo perfecto. Habló primero la más joven, para reclamar la tanga roja en la muñeca del novio pero, además, el rescate de su buen honor y nombre, ya que ella pretendía únicamente sacarlo de tremendo susto al acercarse a él esa mañana; la microminifalda no era provocación, sino el ejercicio de su derecho a vestir como se le daba la gana, y lo mismo se aplicaba al microminitop que cubría sus bien proporcionados senos. Que ella no era lo que todos pensaban y que él se había aprovechado de su amabilidad y su inocencia. Que él no podía casarse con otra, porque ahora tenía un compromiso con ella. Que ella estaba en sus días fértiles y que no dejaría que su hijo naciera sin padre. Los invitados hicieron silencio, la nena se puso pálida como una hoja y agradeció que el maquillaje fuera contra agua, así pudo derramar todas las lágrimas que pudo y quiso. Y cuando la muchacha de la tanga estaba en lo mejor del alegato, habló la segunda mujer.

Era la comadrona que lo recibió al nacer y que estaba dispuesta a detener aquel enlace a como diera lugar. Ella sostenía que la nena y el fulanito eran hermanos de partera, un lazo espiritual tan fuerte como la hermandad de sangre. Afirmaba, por la experiencia de sesenta años recibiendo chirices, que los hermanos de parto jamás podían establecer un hogar pacífico ni tener hijos sanos. Todos resultaban políticos, encapuchados, desertores de patrias, reinas de belleza de colegio o cosas aún peores, si es que las hay. Por eso, suplicaba al cura interrumpir la ceremonia y convencer a aquel par de ignorantes e insensatos de retractarse a tiempo. ¡No había mejor razón que la que ella sostenía! Atónitos ante semejante despliegue de sabiduría ancestral y escandalizados por la posibilidad de incesto, algunos invitados se deslizaban hacia la barra y se recetaban los primeros traguitos.

Pero cuando la última y más vieja de las tres abrió la boca...¡horror de horrores! La nena corrió por el corredor, en pleno berrinche, pasando inadvertida ante la sorpresa que acababan todos de recibir. La vieja contó una historia de amor entre dos jovencitos, muchos años antes, que se prolongó hasta muchos e incontables años después. Resulta que el padre era padre del padre de la nena, por lo que era su abuelo – por enredado que parezca – pero también era padre del fulanito, y a ambos hijos había la vieja dado en adopción, por la vergüenza de cargar con el pecado a cuestas. Sólo Dios podía saber por qué la había hecho tan fértil como buena tierra, a pesar de los años. Catorce muchachitos había engendrado, todos regalados a las buenas gentes, confiando en la Providencia. Catorce. Era entonces imposible que aquel cura prodigioso casara a la nena, su nieta, con el fulanito, su hijo, sin antes aclarar semejante relajo. Al caer la noticia cayó Don Emperejilado presa de un infarto al miocardio; el fulanito también, pero presa de un ataque de nervios que pronto calmó con dos de las exquisitas botellas de wiskey que habían comprado sus ex-casi suegros. Los invitados más prudentes, dejaron el club sin mayor aspaviento; otros más morbosones, se quedaron a ver en qué paraba la cosa; otros, los más gorrones, se sirvieron para llevar y continuaron la fiesta en sus casas.

Mientras Jeremías en su garita, disfrutaba la comedia en la tragedia de los otros. Y se reía.

15 comentarios:

  1. jajaja....muy bueno! y de esto ¡líbranos señor!

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  2. Que bien cae un cuento divertido. Yo quisiera ir a una boda asi...

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  3. ¡Ay, yo si que no! Jajajajajaja...No me gustó mucho, eso me pasa por improvisar...jajajaja

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  4. Me gustó mucho la estructura, aunque me sorprendió un poco el contenido. ¿De veras hay gente en Guate que todavía piensa que una violación es una cuestión de "buen honor y nombre" y que se arregla con matrimonio?
    Pero sí, la estructura está muy bien, el relato tiene mucho humor y la historia te enlaza de principio a fin. Aunque fuera improvisado, te quedó muy natural.

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  5. lo dificil de entender es que alguien lo considere divertido y si, Ixmucané, todavía se ve así... que dolor

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  6. Sí, me imaginé que si Fabiola se burlaba de gente con esas ideas (me imagino que ella no las comparte), era porque existían, pero de veras me sorprendió porque yo pensé que habíamos avanzado un poco más en cuanto a la lucha contra la violencia hacia la mujer. Como dice Patricia, de veras, qué dolor!

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  7. No fue una violación...y no fue una burla...fue mas bien una sátira...no me burlo de las violaciones, me resultan un tema PERSONALMENTE sensible...perdón. NO ME BURLO DE LAS AGRESIONES CONTRA LAS MUJERES. Y NO FUE VIOLACIÓN, a ver, me explico. Fulanito va a casarse y pasa a buscarse un buen rato con alguien por allí, talvez era alguien existente en la vida de...incluso le paga...lo que satiricé fue la manera absurda como muchas "muchachitas buenas" y "viejos buenos" todavía piensan que el honor se salva con el matrimonio...NO FUE VIOLACIÓN. FUE SÁTIRA DE LA SOCIEDAD MÁS PODRIDA Y FALSA Y ARRIBISTA Y DESQUICIADA, y un reclamo a quienes viven de, en ella, para ella y lo disfrutan. Perdón si ofendí a cualquiera de ustedes, mis amigos. De hecho, creo que hasta una ley hay que perdona al violador de una menor siempre que éste se case con ella...Es un RECLAMO, realmente. Si salió divertido, pues fue chispazo del momento, porque tampoco tengo demasiada "chispa" personal.

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  8. Pues no se qué fue lo que no te gustó de tu cuento Fabi porque a mi me parece muy bueno, divertido y bien estructurado.

    Solo al final, es Whisky y no Wiskey. Luego "...habían comprado sus ex-casi suegros". Yo creería que es "...sus ex casi-suegros".

    Yo habría sido del grupo de gorrones porque toda esa comida se iba a quedar desperdiciada y de todas formas la tendrían que pagar...ajjajaja

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  9. fabiola: a ti te salió bien el retrato, lo que no nos gusta, es que todavía pueda considerarse actual y que no sea un "cuadro de costumbres" de una sociedad antigua y pacata sino más bien un retrato actual. afortunadamente la ley ya no existe, pero muchos consideran que debería existir y lo de que "caiga en gracia" es parte también de esa realidad que no lo considera una sátira sino un chiste.

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  10. Yo creo que no es una situación exclusiva de cierto nivel socio económico. En los pueblos se ve mucho más, claro, no con es despliegue de recursos y logística de eventos pero el hecho del compromiso de matrimonio por razones sexuales, si. Incluso no por embarazo sino por haber mantenido relaciones sexuales.

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  11. Gracias Manuel por la correccion del Whiskey...jajajajaja (soy de a Indita y Cabro, casi exclusivamente...ignorancia pueblerina,jajaja). Si Patricia, a mí también me resulta un tema que me golpea las fibras más hondas. Y no es solo de pueblo. He ido a unas bodas en Guate que son casi tan ridículas como las de nosotros en los pueblos, jajajajaja...Lamentablemente, las infidelidades, los supermancitos, las bodas "salvahonores", las falsedades sociales y todo ese merequetengue, sigue siendo el pan nuestro de cada día.

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  12. Jajajajajaja, lo acabo de leer y lo volví a escribir mal...gracias Manuel porlo del Whisky...jajajajaja

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  13. Yo en ningún momento vi que fuera una burla de una violación. Yo lo entendí tal cual lo explicó Fabiola después. Y me sigue pareciendo divertido el sarcasmo y la sátira con que se describe esa boda. Y no se te da lo del whisky, pero ni escrito, verdad??? Jajaja

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  14. Perdón, no me di a entender. Menos mal que Patricia lo aclaró. E insisto, de veras está muy bien tu cuento. Me gustan las comedias de enredos.

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  15. Nada que perdonar, Ixmu...talvez ese día andábamos especialmente sensibles todos...jajaja (suele pasar, es la luna, es el clima, la presión atmosférica...). Gracias por los comentarios!!!

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