variopinto

variopinto

TOSTADAS CON CHOMIN

Tostadas con Chomin
Por Patricia Cortez B.


Entonces le dije “si, como dice García Marquez, ustedes los europeos tienden a oler un poco raro, el olor del desarrollo”.

Ella se sonrió de lado, con total incomodidad, a veces olvido que su idioma materno es el francés y que no tolera esos chistes guatemaltecos que ofenden deliberadamente, pero que son tan graciosos.

El día anterior no había podido tolerar el aroma de ella y sus padres en el carro, por la noche le dije que me hiciera el favor de bañarse y no se lo dije como antes, llevándola al río para que se mojara, sino directamente “mirá, si se van a subir otra vez a mi carro, por favor pasen dándose un baño, aquí el agua abunda y está tibia por naturaleza”

Algo se había roto, evidentemente, ya no me trató de besar al bajarse del carro y mucho menos me invitó a una encamada tarde en la noche, eso lo agradecí, ella huele a ajo, y a loción francesa, pero más que nada a sudor agrio y a falta de higiene, no me gusta acariciar su pelo porque está grasoso y duro y mucho menos intento besar áreas cruentas porque sé que será insoportable. Al inicio del romance la llevaba primero al río, que se mojara una hora o más y allá la desnudaba del diminuto bikini y entonces si podía, pero a medida que ella se fue cansando (no se dio cuenta de las indirectas) y con el calor del trópico yo no podía entender por qué diablos no se bañaba todos los días, ayer tuvimos 40 grados a la sombra y ella y sus padres (que vinieron a conocerme) siguen oliendo a europeos.

Al día siguiente, cenamos en mi casa, los tres llegaron bañados y ofendidos, me encantaba eso de sentirme superior, va pues, lo normal es que ellos, los europeos vengan a civilizarnos y he aquí, yo, diciéndoles cómo comportarse, que insolencia caramba.

Bertilda hizo chomin, el fideo bien cocido casi deshecho, las zanahorias y el güisquil bien picaditos, con un montón de pollo deshilachado y a mí se me antojó ponerle mucho cátsup, chile y servirlo sobre tostadas, eso me parece más delicioso que cualquier comida francesa.

Me reí un momento mientras los veía intentar comerse la tostada sin derramar nada, abrían la bocota y apenas lograban agarrar un poquito, Bertilda y los demás de la casa comían con ganas, y se divertían con los patéticos esfuerzos que hacía ella para tragarse el chomin y bueno, al final, los fui a dejar a la casa donde vivían, entonces ella se me tiró al cuello y me pidió sin miramientos una cogida final.

“sabés que me voy mañana” me decía mientras me metía la mano en el pantalón sin importarle que hubiera gente todavía en la calle a esa hora de la noche.

me metí a su casa y cogimos con la puerta abierta, era su venganza por la humillación, que sus padres pudieran oírnos y vernos coger , así limpiecita no me molestó.

Hoy por la mañana veo su Facebook, ya regresó a Francia y subió una foto de las famosas tostadas con chomin, no entiendo mucho francés pero puedo ver que es una burla a las formas de comer de nosotros, chingada racista, y ni siquiera cogía bien.



4 comentarios:

  1. Patricia, qué te hicieron las francesas para que escribieras esta catarsis jajajaja

    Ya en serio, interesante como planteas dos prejuicios con una misma cara :)

    (Tania)

    ResponderEliminar
  2. Muy bueno, con ese sentido negro del humor que representa cabal el pensar de dos culturas.

    ResponderEliminar
  3. Tania: pues nada, un parrafo que está en "el verano feliz de la señora Forbes", y narra también esa relación intercultural compleja, este es el parrafo que me ha obsesionado mucho, al fin lo escribí "Olía a orines de mico. «Así huelen todos los europeos, sobre todo en verano», nos dijo mi padre. «Es el olor de la civilización».
    Olga, gracias,
    Germán, a sus órdenes

    ResponderEliminar