variopinto

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SUPERSTICIONES

- SUPERSTICIONES -

por Valeria Mejía

Sembré un árbol de Chilca en mi jardín, llené una palangana de dientes de ajo, ruda y limón.
Nunca salía de la casa sin mis amuletos: una piedra de cuarzo, para alejar a los malos espíritus y una pata de conejo blanco que me había regalado mi abuela.
Todos los días hacía mi ritual, ahumaba toda la casa con incienso, me pasaba un huevo de chompipe por todo el cuerpo, no miraba a la luna directamente de frente porque dicen que da mala suerte, ni quebraba espejos, ni abría sombrillas dentro de la casa, ni caminaba bajo las escaleras...

Hasta que me di cuenta que la suerte no existía y que cada quien forjaba la suya propia.

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