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La Negra

La Negra
(Por Olga Contreras)

Sus manos marchitas de tantos surcos picaban y picaban cada una de las verduras sin parar, solas, sin ayuda y sin más compañía que los recuerdos de tantas comidas preparadas para los suyos. No dejaba que nadie metiera su cuchara en la cocina y menos cuando hacía fiambre. Cada comida tenía su momento, su propósito, su identidad. Por ejemplo, a su niña de cabellos de oro, de dientes de perla, labios de rubí, le preparaba especialmente las tortitas de papa con mucho queso duro, sus frijoles colados (no podía faltar la crema y el francés de la Santa Marta) y Pepián. A su viejito lo consentía con un buen Caldo de Gallina con Arroz a la Valenciana cada 12 de septiembre y a diario le daba sus plátanos cocidos y su atol blanco con chile y frijol, porque era muy flaco. Al yerno siempre le guardaba un poco de Tiras y Revolcado. Y así, a cada uno le preparaba lo que su estómago pedía aplicando a cabalidad lo del dicho que para llegar al corazón la gran batalla a ganar es el estómago. Entonces, no era de extrañarse que el día del fiambre fuera para ella un día especialmente místico, espiritual y hasta de estado de contemplación.

De todos los dones que la vida le había dado, cocinar y ser sabia eran los mejor aprovechados y hasta los combinaba, pues todo el que llegaba a su casa salía aunque sea con un pan con frijoles y un consejo, pedidos o no. A todo el mundo le veía cara de hambre y su quedar bien era alimentar a quien estaba dispuesto a ser rellenado cual pavo. Tantos años metida en la cocina le habían dado el ojo para reconocer cuando uno de sus hijos estaba tierno, si alguna de sus nietas se pasaba de picante, o si dialtiro ya estaba pasada, o si a la fulana le faltaba algo de sazón o un buen hervor en su vida.

Cuando se enfermó, a la única persona que dejó tomar las riendas de la cocina fue a su marido, quien como por arte de magia o por un proceso de osmosis, había aprendido a hacer los frijoles igual que ella, el arroz en su punto y el mejor puré de papas de la zona 5; sin mencionar que nadie picaba un buen manojo de perejil como él, era un agasajo ver y oír el ritmo cadencioso de la hachuela, sentado en su banquito casi a ras del suelo, equilibrando magistralmente la tarea de picar con el cigarro metido en la boca. Yo creo que delegó la cocina en él para no verlo todo el día sentado a su lado, deshaciéndose por atenderla y con cara de “no te me vayas a morir antes que yo, negra”.

Y así como si nada, se le fue yendo la vida, respiro tras ahogo, dolor tras malestar y le dio por confiarle sus secretos culinarios a su muñequita linda. –¡Apuntá las recetas, m’ija!- insistía una y otra vez con ansiosa desesperación por pensar que todo ese amor que lograba maridar cual infusión con la comida, quedara perdido en el limbo después de su partida, sin saber que la niña de cabellos de oro jamás se animaría a hacer ninguna de las recetas pues no quería faltarle el respeto a la memoria de la mujer que la enseñó a ser mujer; nunca podría hacerle justicia a esas manos que curaban cualquier dolor con un caldo de arroz con pollo, que sanaban la desilusión con una Ensalada Rusa y que prometían tiempos de paz servidos en un buen plato de Jocón.

3 comentarios:

  1. Y aquí tenemos la Laura Esquivel guatemalteca!!!

    Me gustó mucho el que hayas utilizado el lenguaje de cocina para el relato. Lo único que me pareció extraño fue que, a pesar de que el narrador o narradora simpatiza con el personaje, en el segundo párrafo hay un dejo de rechazo hacia ella, con la expresión "a quien estaba dispuesto a ser rellenado cual pavo".
    Pero, aparte de eso, muuuy bueno.

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  2. Aunque el tema del fiambre fue utilizado de una forma puramente cosmética me gustó como transmite ese misticismo que conlleva la cocina. Las buenas recetas, las distintas, las únicas no se anuncian a los cuatro vientos, son secretos solo revelados a los más queridos, a los consanguíneos.
    Muy bien escrito, limpio.
    Saludos!

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  3. Ahorita caí en la cuenta que todo el cuento tiene que ver con el fiambre y el recordar personas que ya no están con nosotros. Excelente!. Retiro lo de cosmético.

    Saludos!

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