variopinto

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No más colas

No más colas
Por Manuel Solórzano

¿Y si alquilo la casa y me busco una aunque sea más chiquita pero aquí cerca? ¡No puede ser, todos los días es lo mismo! Todos los días estoy metido aquí en este mar de carros entre cuarenta y cinco minutos y una hora, claro, eso si es que no se le ocurre chocar a ninguno, porque si tengo esa mala suerte seguro me tiro la hora y media para lograr llegar a mi casa. Y eso es ahorita en la tarde porque en la mañana es otra hora completa. Total, dos horas al día perdidas; eso, por cinco días a la semana, diez; por 4 semanas al mes son cuarenta horas al mes totalmente perdidas, casi dos días completitos en los que podría estar con ellos en la casa o haciendo algo más…pero no, aquiii estoy, cambiando estaciones, viéndole la cara a todos estos políticos oportunistas hijosdelagr…

¡pum pum pum! – tres golpes secos me sacan de mis pensamientos y en una fracción de segundo volteo a ver a mi izquierda mientras que mi cerebro juega con la cada vez más inexistente posibilidad de que sea cualquier cosa menos…

- ¡El celular, dámelo! – Un hombre gordo, moreno, con un casco rojo me habla mientras me apunta con una pistola. ¡joder, mi celular! ¿Donde está?, lo busco con la mirada desesperada en esa cajita que hay debajo del freno de mano, no esta, en el asiento de la par, tampoco. ¡¿donde esta?! un escalofrío me empieza a subir desde el estomago cuando recuerdo que la última vez que lo vi lo tenía mi hijo, le encanta ese jueguito de carritos…

- ¡Apuráte imbécil crees que estoy jugando hijueputa! – Me grita el gordo del casco rojo. Una mezcla de rabia y miedo me llenan al verme totalmente impotente; abro quince centímetros la ventana y, con mi respiración contenida, le digo no lo tengo. Lo veo a los ojos y siento cómo se me duermen las manos, me llena una sensación de estar viendo todo en cámara lenta; siento separarme por un momento de mi y ser alguien más que está a tres milímetros de esa persona a la que están a punto de hacer pasar a formar parte de una estadística.

- A la próxima no se te va a olvidar cargarlo…creo que fue lo que dijo antes de disparar. Jamás había escuchado un disparo tan cerca de mí. Me debió haber dejado sordo porque no escucho el segundo disparo, sólo lo veo, veo unas chispas y pedazos de vidrio que me golpean la cara, un olor a pólvora y a algo que se quema se meten en mi nariz, todo cámara lenta, veo pasar al gordo del casco rojo en su moto frente al carro y luego, al enfocar la vista, veo al copiloto del carro de adelante en la fila de mi izquierda verme con los ojos desorbitados. Me deben haber dado pero realmente no siento nada, tal vez un raro calor en el pecho pero no mucho dolor, seguramente del miedo se me durmieron los brazos y no se por qué no los puedo mover. Ya se fue el gordo, gracias a Dios no me…me siento agotado, ha de ser el susto, de pronto nada me importa, siento cierta tranquilidad y cansancio a la vez, lo único que quiero es dormir un rato, la cola empieza moverse muy rápido los carros se quitan de mi lado, ya puedo avanzar, pero, mi brazo derecho no me responde, quiero poner la marcha para avanzar pero tampoco mis piernas están allí. Busco mi celular con el pensamiento, tengo que llamar a mi casa para decir que hay mucha cola y seguro voy a llegar más tarde, me asaltaron, tengo que decirle a mi esposa que le pida el celular a mi hijo para que no se pierda...mi hijo!...mi esposa!. Tengo que…esas sirenas…han de venir por mi. Bueno, por lo menos puedo descansar mientras vienen, estoy realmente agotado, no aguanto el sueño. Un momentito nada más, descanso un momentito nada más.

5 comentarios:

  1. Una cola mortal. Está claro, las colas no nos inspiran nada bueno. Aunque para este personaje se acabaron. Me encanta la parte final, como consigues transmitir desvanecerse su conciencia.

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  2. BUE-NI-SI-MO!!! No hace falta decir nada más. Mis respetos, Manu.

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  3. Escalofriante, pero muy bueno, qué bueno que volvió!

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  4. ¡Muchas gracias!, de verdad. Me animan.

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  5. Excelente tocayo, senti en la tripa todo lo que describis al final, con maestría. Excelente, muy bien logrado.

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