Fuga de Invierno
(Por Fabiola Arrivillaga)
María terminó de doblar y empacar las cosas que ya no le servirían. Hacía dos horas que todos se marcharon, luego del funeral de la vieja. Estaba sola en el caserón de paredes rotas, de sueños rotos, de años vacíos. Ni hijos, ni metas cumplidas, sólo la pesadilla de esa ya lejana tarde gris en la que descubrió que la infancia era un mito, cuando esos dos hombres, los amigos de la vieja...¡los amigos de la vieja! Aquello fue solo el principio. Una lágrima resbaló por su mejilla y al hacerlo le dejó pintado el recuerdo de los años sin gloria, sin vida, llenos de ilusiones absurdas. Esa gota de agua salada quería huir de su cuerpo y de aquella casa, ahora que podía, saltando por la ventana, pero no pudo. Cayó convertida en trocito de hielo, se mezcló con la mancha roja y oscura, tan negra y profunda como la oscuridad de su alma que quería arrepentirse, pero no lo hacía. Se perdió como sus sueños, abandonados hacía mucho. Del filo de la navaja todavía escurría su sangre. Había llegado el invierno y sentía mucho frío. Pero ya no quedaba más tiempo.
No se su nombre exacto pero hay un síndrome que describe el enamoramiento de la víctima por su victimario. Me costó un poquitín la escena porque me hice la imagen de una joven doblando ropa y en la siguiente escena está llena de sangre, me costó hacerme el "tiempo"... pero definitivamente logras transmitir el sentimiento del ambiente...muy bueno como siempre Fabiola.
ResponderEliminar"Lagrima resbalo" "Dejo pintado el recuerdo" esta buena mezcla de palabras deleitan mi imaginacion y por algun motivo me mantienen inmerso en la funebre escena.
ResponderEliminarSerá el síndrome de estocolmo?
ResponderEliminarUna muy buena decisión lo del título. Se trata de un suicidio, ¿no? Lo que me gustaría saber, es qué relación tenía la vieja con ella. Por lo demás, bonito, muy poético. (poesía oscura)
ResponderEliminarIxmu, como quieras verlo (abuela, secuestradora, tía, o vieja ajena), como yo me la imaginé al escribirlo era como quien la prostituyó durante años.
ResponderEliminaraaaa claro, la prostituía, me gusta más así... yo me lo imaginé como su patrona, como que ella era empleada doméstica y que aparte le exigía otros "servicios" para sus "amigos".
ResponderEliminarSimón: Se llama Síndrome de Estocolmo
ResponderEliminar