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La verdad sobre la mentira

La verdad sobre la mentira
(Por Olga Contreras)

Me pidieron que hiciera este ensayo sobre la mentira, siendo yo un profesional en este asunto. La palabra mentira en lo personal no me gusta, lleva mucha carga de negativismo y culpa. A mí me gusta más decirle fantasías, ficción, invención, pero para los efectos del presente seguiré usando esa palabra. Voy a comenzar aceptando y reconociendo que yo no sabía qué tanta energía se necesitaba para llevar este tipo de vida. Con el esfuerzo que hago, por lo menos podría alumbrar una pequeña aldea. Eso de mentirle a medio mundo no es fácil, no se confunda. Es más bien un arte, una ciencia, un poder, un estilo de vida. Tengo que ser bastante creativo y no menos inteligente pues el más pequeño descuido puede echar a perder todo el trabajo que tan cuidadosamente he llevado a cabo. Sería como un corto circuito que quemaría mi casa de naipes. A veces miento tan bien que yo mismo me lo creo y ya no distingo entre la realidad y la mentira. He llegado a perfeccionar tanto este arte que a lo largo de media vida casi nadie se ha dado cuenta de mis engaños. Ojalá pudiera cobrar por esto y poner mi talento innato a trabajar, sin duda sería millonario. Como decía Pope “por cada mentira que diga, necesito veinte más para sostener la primera”. Pero repito que necesita uno ser un lince para estas cosas, no es para cualquiera.

Voy a poner un ejemplo de mis capacidades histriónicas. Llevo más de veinte años de casado, he tenido “n” cantidad de conquistas y mi mujer no se ha dado cuenta de nada, la he mantenido en la total oscuridad. Bueno, a decir verdad me ha cachado en dos o tres movidas, pero todo esto ha sido recientemente y gracias a la maldita tecnología, que fuera de ayudarme en mis planes, me ha venido a jorobar la vida. Pero no ha pasado nada, me cree. Las mujeres lo creen todo si uno sabe tocar los botones adecuados. Media vez uno jure por los hijos y la madre, una lagrimita por aquí y muchos halagos por allá: amigo, estará usted hecho. Para cada persona es diferente, pero para mí siempre mi gancho ante las mujeres es el de jugar el papel de la víctima: que mi esposa es una fiera, me trata mal, no me entiende, no me quiere, estoy con ella por mis hijos, me da lástima por su dura niñez y pasado…en fin, cuando ya les solté todo ese rollo, caen redonditas y deseosas de poder darme el cariño que tanto necesito. Y nada, cuando llega el momento de deshacerme de ellas – ojo: nunca voy a dejar a mi familia, tampoco soy un monstruo- pues sólo les meto el cuento que mis hijos están mal y sufrirán por mí si los dejo al lado de tan desalmada madre y ¡hasta me miran cómo el héroe! Como dicen: “salgo en caballo blanco”.

Pero es cansado, es bastante desgastante, pues a veces ya no sé ni quién soy. Con la edad ya a veces se me cruzan los cables y he estado a punto de meter la pata pues debo admitir que se me olvida qué mentira le he dicho a quien. Por eso insisto en que la energía que uno invierte es considerable, si la Empresa Eléctrica lo supiera, me cobrarían por Kw y allí si no hay dinero que alcance. Total, hago feliz a mucha gente diciéndole justo lo que quiere oír. Es un don de Dios realmente, tener la oportunidad y la satisfacción de darle ilusión a tantas mujeres que se sienten solas y tristes. Me veo a mí mismo como un generador de sonrisas y si uno hace feliz a la gente la mentira deja de ser perversa pues adquiere un fin provechoso. Estas mentiras sirven de algún modo para bajar toda la alta tensión que la vida ya trae consigo, algo así como un aislante de los problemas.

Sé que es un cliché, pero sólo se vive una vez y yo tengo toda la intención de hacerlo bien, de llevarme conmigo todas las experiencias posibles y si la mentira es mi herramienta para lograrlo pues como dicen los gringos so be it.

7 comentarios:

  1. ¡Alagrán Usted! como me ha gustado su cuento, recién vine a mi trabajo y no puedo dejar de reír, tanto que todos los que me rodean ríen conmigo, no es que me identifique, pero lo que usted ha escrito haría carcajiarse a muchos hombres y llorar a muchas mujeres, he allí lo magnifico de su cuento, le Felicito.

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  2. Que bueno Edy, pero es cierto, esos hombres hacen daño....Me alegro que se haya reído!

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  3. Es el buen inicio de algo. Creo, Olga, que el narrador del cuento tiene razón. Desde un principio dice que es un ensayo y es parcialmente cierto (porque tampoco es un ensayo). Creo que es parte de lo que sería luego un cuento, es una descripción (un poco larga) de un personaje. Sería interesante que le agregaras un nudo y un desenlace o que sucediera algo, para ver a dónde te lleva el personaje. Podrías usar este inicio como el principio de un próximo cuento. El segundo párrafo me parece que es un poco largo y retórico, podrías hacer una mejor descripción sin caer en cosas ya dichas.

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  4. Exacto, tiene razón Kike falta un nudo y un desenlace. Como si contará porque lo cacharon una vez... y que estuvo a punto de pasar o algo así.

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  5. Si, me gustaría luego contar el punto de vista de la engañada esposa...pero sí tengo claro que cuento no es. Gracias por los comentarios.

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  6. Me pareció una lectura más que agradable, con gramática perfecta además. ¡Felicitaciones! No creo que sea un cuento, tampoco, pero no sabría tampoco en qué género encajarlo. Concuerdo con Quique y Lucía: es una buena parte de algo bueno.

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