variopinto

variopinto

Fetiche

Fetiche
Por Nicté Walls

Adoraba su pelo, la sensación que tenía al meter los dedos dentro de los rizos dorados y amaba a los hombres con barba, nada más excitante que sentir ese cabello hirsuto frotando la parte interna de sus muslos en compañía de unos labios ardientes y sabios.

Pero él se fue, un día ya no regresó y se encontró sin compañía, sin esa barba sabia, sin esos labios carnosos, sin nadie.

Lo vio en la esquina, barba esponjosa y pelo rojizo suave, rizos en la barba y en el cabello, el mismo brillo, la misma sonrisa tierna por un lado. Quiso agarrarlo allí mismo y obligarlo a meter la cabeza entre sus piernas...pero se detuvo a tiempo.

Se paró en la esquina a mirarlo despacio, no parecía darle ninguna señal, ni ninguna atención, pero eran idénticos, ese cabello, esos rizos, esa barba, ese desaliño estudiado que no parecía casual, no era una simple coincidencia.

Se paró atrás para poder observarlo, no tardaba en pasar el bus y el tiempo terminaba, noo, se iba a ir y todo acabaría, no tenía valor para abordarlo sin tartamudear.

Vio el bus en la esquina y se acercó justo para preguntar su nombre y...

-que me mirás vos hueco ¿te gusto?

Se subió a la camioneta altivo, pero la magia definitivamente había terminado.

3 comentarios:

  1. Un clavo no saca otro clavo...lo ensarta más! me gustó, aunque personalmente siento muy repetitiva la descripción de los rizos (a menos que ése fuera su deseo).

    ResponderEliminar
  2. si, se me pasó la mano con los rizos, pero es que me encantan los rizos...

    ResponderEliminar
  3. Me encantó la idea de la barba como fetiche.

    ResponderEliminar