variopinto

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IN MEMORIAM

IN MEMORIAM
Por Elena Nura



El olor a óleo y a disolvente era tan intenso en la estancia, que se pintaba de él hasta algo inmaterial como el aire. La química que emanaba de la paleta, chisporroteaba una gama cálida aposentada en su antebrazo. Volvía a rascarse la cabeza sin soltar el pincel, y dejaba entre sus mechones de pelo naranja, un toque de blanco de zinc. Dejé sobre la mesita una taza caliente que sabía que no tomaría, que quedaría allí, abandonada e impregnada de olores que eran colores.

Me dio tiempo a mirar. La pincelada era casi puntillista, pero la dejaba como rayones, comas, escupitajos sobre el lienzo. Siquiera me vio, hablaba para sí, desde dentro del cuadro. El cielo estaba demasiado enroscado. Las nubes se habían vuelto torbellinos salidos de su cabeza en una noche azul de Prusia, y las estrellas eran impactos de amarillo cadmio, como sin obús las hubiera lanzado contra el soporte. Las líneas eran tortuosas, retorcidas, entrelazadas y densas. Definían la forma de un modo brutal, casi acercándose a un bajo relieve.

Aquella noche, me fueron a buscar, cuando llegué sangraba copiosamente desde el lado izquierdo de su cabeza. En el suelo, a sus pies también salpicados de rojo pasión, había un trozo de su oreja.

3 comentarios:

  1. Impecable descripción, me sentí metida ahí, bravo Elena!

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  2. Gracias Olga, pero creo que no soy la única con premura. este era para el 9 de agosto, cuento de locos. A Manu lo transtorno con mis envios.

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  3. Loco avance!!! Me encantó esa descripción tan llena de color!! Se nota que el arte es lo tuyo!!

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