variopinto

variopinto

El Sandinismo

El Sandinismo

Por: Orlando Gutiérrez Gross

Tengo veinticuatro años de trabajar en el Archivio Segreto Vaticano, gracias a mis estudios en Paleografía e Historia del Arte. Desde hace 12 años dirijo el Laboratorio de Restauración y Paleografía en dicho departamento, siendo además docente de la Escuela Vaticana de Paleografía, Diplomática y Archivística.

Como se podrán imaginar, mi oficina está llena de escritos, registros y legajos relativos a la Iglesia, a su historia, diplomacia y a sus actividades desde el siglo II hasta nuestros días. Los más de veintiséis kilómetros de estanterías del Archivio Segreto Vaticano les pueden dar idea del volumen de documentación conservada.

Tengo acceso a documentos que posiblemente nunca llegarán a la luz pública, por ser secretos muy bien guardados que seguirán desconocidos, archivados. Y, fue así, como descubrí un documento donde consta que los mandamientos son once y no diez como originalmente se ha conocido. El onceavo mandamiento, según esta documentación es: “Non edere citrullus vulgaris”. Esto, me llamó mucho la atención, pues la traducción al castellano es: “No comerás sandía”.

Siendo yo un adicto a la sandía, me resultó chocante y alarmante este mandamiento que no había sido incluido en nuestras vidas. ¿Por qué no se podía comer sandía? ¿Qué tenía de malo una fruta tan refrescante que mi madre semanalmente se aplicaba en la cara para hidratársela? El documento en sí, hablaba de los mandamientos, más no los explicaba, razón por la cual me dediqué a investigar por qué en aquellos tiempos, comer sandía era prohibido.

Ninguno de los códices que consulté, legajos y manuscritos explicaba la razón de dicho mandamiento. Fue así, como me di a la tarea de investigar en internet y me encontré con una investigación que decía lo siguiente: Un grupo de científicos, de la universidad de Texas, han descubierto, que la sandía tendría propiedades, parecidas a las del viagra, gracias a su contenido de licopeno, betacarotenos, y citrulina. Estas sustancias que pertenecen a la fruta que mencionamos, podrían aumentar la capacidad eréctil en el hombre, como lo hace el sildenafil. Esta investigación, descubrió, que al consumir sandía, la citrulina, se convierte en un aminoácido (arginina), que favorece notablemente la relajación de los vasos sanguíneos, lo que genera un efecto similar al fármaco más arriba mencionado.”

Siempre he considerado que soy un intelectual, pensante y altamente razonante, sin embargo, el primer pensamiento que se vino a mi mente fue: “He estado inmerso en este placer pecaminoso de una fruta que debería ser prohibida tanto como cualquier droga durante mis cuarenta y siete años de existencia…¡no puede ser! ¿Cómo es que mi madre no me lo advirtió?”. Y entre recriminaciones, meditaciones, reflexiones y todos los iones, juré sobre la Biblia no volver a comer tan deliciosa fruta de origen africano.

Han pasado ya más de 6 años de mi descubrimiento, estoy en tarea de hacerle saber al mundo, que el onceavo mandamiento existe, que el sandinismo es bueno para unos y para otros no, ¿usted qué opina?

6 comentarios:

  1. Me divirtió mucho el ingenio y te felicito. Me voy a comer, precisamente, un pedazo de sandía mientras veo una peli porno.

    ResponderEliminar
  2. Me gustó mucho el juego de palabras con lo del sandinismo. Aparte lo de los mandamientos y el lenguaje combinado entre latín y científico, con la parte sexual.
    Ahora me quedé con la duda, ¿qué efectos tendrá la sandía en nosotras? ;-)
    Creo que todos nos quedamos con las ganas de comernos un pedacito. ;-)

    ResponderEliminar
  3. Hmmm...saber si tendrá efectos,pero tengo una cuata que un dia se tomó una viagra a ver que le hacía, y no le hizo nada, mas que matarse de la risa al dia siguiente, acordandose de las tonteras que hizo la noche anterior, incluyendo la viagra, jaja.
    Lo mejor del caso, es que el nombre de la sandía es citrullus vulgaris, entonces quedó perfecto con lo pecaminoso!
    Yo propongo Ixmucané, que nos juntemos a ver una movie y comer sandía, a ver que le hace a quien qué, jajajajajajaja

    ResponderEliminar
  4. Sí, muy gracioso eso de la sandía. Quizás por eso el chiste de la cenicienta que a las doce se le convertía el cuenteraile en sandía, algún día se los cuento. ¡Buen relato! Sin embargo, me dejó como queriendo leer un poco más de la historia. Ennudó (¿así se escribirá?)la historia muy bien pero siento que no llegué a nada. ¿Será porque no comí mi pedacito tampoco?

    ResponderEliminar
  5. Muy bien la narrativa, com dice Quique, a lo mejor un poco más de expectativa en el momento de encontrar en un documento el onceavo mandamiento. Después de eso, nítido.
    Yo digo Madrina que tendría el mismo efecto que el viagra en las mujeres...una enorme sonrisa de satisfacción jajaja (dicen)...jajjajaj

    ResponderEliminar
  6. Ok, chicos, lo pruebo y les cuento. jajajajaja
    Y, Orlando, me dejaste con la duda, ¿qué película propondrías? Yo diría Iron Man 2 :-)

    ResponderEliminar