variopinto

variopinto

Coprolalia

Coprolalia

Por: Orlando Gutiérrez Gross

- ¿Diga?

- Buenos días, la Señora Cuestas por favor.

- Sí, con ella

- Sra. Cuestas, habla Lilliam de Carrasco, directora de colegio de Alejandro

- ¿Cómo está Lilliam?, ¿Qué le pasó a Alejandro?, ¿Qué hizo?

- Alejandro ha tenido un ataque de nervios, todo ha empezado en la clase de ciencias, por lo que tengo entendido, empezó a imitar al profesor y después a ofenderlo con malas palabras, mientras se jalaba él mismo el pelo. Lo han tratado de calmar y se encuentra en la enfermería en estos momentos, ¿podría usted venir por él, por favor?

Inmediatamente dejé caer el teléfono. Sentí como el mundo se me venía para abajo, la temperatura de mi cuerpo se acrecentó y bajó. Me sentí mareada.

Agarré las llaves del carro y manejé nerviosa, hacia el colegio.

Todo empezó hace un mes, cuando Alejandro empezó a parpadear constantemente, creí que era un nuevo tic que se agregaba a la lista de contracciones de nariz y sacudidas de cabeza. Lo llevé al doctor y no le encontró nada malo.

Ayer en la noche, lo encontré en el cuarto golpeándose la cara con un libro, llamé al doctor inmediatamente y me dijo que le diera una pastilla para nervios y que lo llevara hoy después de sus estudios a la consulta, para volver a examinarlo.

Antes que sonara el teléfono me puse a buscar páginas en internet, esperando encontrar algo que me ayudara y creo que lo encontré. Solo hacía falta un síntoma: la coprolalia. Eso me tranquilizó. Hasta que recibí la llamada del colegio…

Al recogerlo, lo llevé inmediatamente al doctor. En el transcurso, me decía: - vieja puta, bastarda, te odio, mierda, callate. No dejaba de mover la cabeza y cuando trataba de tranquilizarlo, me volvía a callar e insultar.

Después de examinarlo, el médico confirmó lo que yo temía.

- Señora, Alejandro tiene el Síndrome de Tourette. Bla bla bla bla bla bla –era lo único que escuchaba yo decir al doctor, mientras pensaba: ¡Jueputa mierda, ya la cagué!

4 comentarios:

  1. Gracias Orlando. Creo que me faltó algo al final, iba muy bien, con muy buen ritmo y excelente narración, de repente se cortó y al final creo que no entendí bien el final. Si lo extiendes un poco más, nítido.

    ResponderEliminar
  2. No sabía que Coprolalia era ese síntoma del Síndrome de Tourette. Se aprende algo nuevo cada día. Gracias!
    Me gustó mucho la historia y principalmente el final, que le puso el toque divertido. Buena onda.

    ResponderEliminar
  3. Me gusta mucho, también. Tampoco sabía qué era la palabreja esa. Con el final, me parece también que es la cereza del helado, le da lo divertido a la vez que te hace cuestionarte si el niño tenía tourette en serio o era enseñanza de la madre. ¡Bien!

    ResponderEliminar
  4. miren justo lo que llegó a mi correo...¡que coyuntural el Orlando!

    o es un cuento?

    Rodrigo Garciarroyo El 18 de mayo a las 23:06 Responder
    Saludos, gente decente y de buenas costumbres, espero que estén preparando sus más picantes, ardientes y altisonantes groserías, porque sólo falta un día para el Primer Día Mundial de la Coprolalia.

    Para los que ni siquiera han leído la invitación: este 20 de mayo, o sea mañana, es el primer día en el que se levanta toda la censura y durante 24 horas tiene el derecho y la responsabilidad de decir sus más vulgares y sus más sublimes pensamientos con las palabras más altisonantes que guarde en su repertorio.

    Es perfectamente internacional y universal, así que siéntase cómodo invitando a sus amigos y familiares, a sus compañeros de trabajo y a sus seres más queridos a que formen parte de este maravilloso día de libertad de expresión. Cualquier lengua y nacionalidad es bienvenida.

    Puede usar la página de esta invitación como foro para expresarse, pero no sea tímido, diga por una vez, lo que en realidad está pensando con las palabras con las que originalmente las ha sentido. Levante la voz por encima del bullicio de la sobremesa, de la oficina, de la orquesta. Levante la voz y háblele a la televisión, a su jefe o a su más íntimo amor.

    Recuerde, el 21 de mayo toda la decencia se restaura, así que no desperdicie su tiempo y piense sonoro, expesivo y altisonante.

    Este 20 de mayo, Primer Día Mundial de la Coprolalia.

    Un saludo con todo cariño,

    Rodrigo Garciarroyo.

    ResponderEliminar