L'AQUILA BELLA ME
(Por Rodolfo de Matteis)
(Por Rodolfo de Matteis)
Eran unos días que en mi andar primaveral por la Ciudad de México resonaban una y otra vez en mi cabeza estas líneas de William Blake:
Every night and every morn
Some to Misery are born
Every morn and every night
Some are born to sweet delight
Some are born to sweet delight
Some are born to endless night
Some to Misery are born
Every morn and every night
Some are born to sweet delight
Some are born to sweet delight
Some are born to endless night
que me atrevería ahora a traducir así:
Cada noche y cada amanecer
A la desgracia algun@s van a nacer
Cada amanecer y cada noche
Nacen algun@s a dulce goce
Nacen algun@s a dulce goce
Nacen algun@s a infinita noche
A la desgracia algun@s van a nacer
Cada amanecer y cada noche
Nacen algun@s a dulce goce
Nacen algun@s a dulce goce
Nacen algun@s a infinita noche
El 6 de abril de 2009 muy temprano por la mañana recibo un mail de una amiga: ¡hubo terremoto en L’Aquila! Le contesto altivo: ¡nosotros estamos acostumbrados a los temblores!. L’Aquila, la ciudad italiana donde crecí, es un lugar sísmico: varias veces en mi vida tuvimos que salir de la casa y pasar la noche en carro por la calle, algo divertido para los niños, algo fuera de la rutina. Dos veces la ciudad se cayó completamente: en el siglo XV y en el XVIII; y casi no teníamos Carnaval por un voto que alguien hizo en el nombre de toda su población pidiendo a la Virgen protección cuando en el 1915 se derrumbó la ciudad más cercana.
Voy a ver los diarios online y: ¡L’Aquila está en ruinas! Desde las 3:32 se va excavando con las manos para sacar sobrevivientes y cadáveres. Empezando a llorar veo con los ojos de mi corazón la escena que se puede solo bien describir con las palabras inmortales que utilizó Carlos Monsiváis el 23 de septiembre de 1985 en ocasión del terremoto de México: “convocada por su propio impulso la ciudadanía decide existir a través de la solidaridad.”
Le hablo de inmediato a Carla, mi amiga, mi ex, la presidenta de la cooperativa social (ella, su melliza Anna, y yo) donde trabajo desde 15 años organizando mercados e importando y vendiendo yo mismo artesanía maya de Guatemala.
– Yo estoy bien, me dice, pero Anna y Mamá están muertas.
- … fijese que Anna me llamó a las 23, después de la primera fuerte sacudida, diciendo que esta noche se iba a morir, que quería salirse de la casa pero Mamá no quiso… y no la dejó sola -
Anna, la de las dos hermanas con la cual yo nunca peleaba, budista Anna, rayos X en los ojos negros, me daba chance de dormir en su taller de restauración, donde platicábamos fumando hascisch durante las largas oscuras tardes de invierno alrededor de una gran estufa a leña.
Y Carla me cuenta de cómo hubo un enjambre sísmico que subía y subía desde meses, y la llamada “Comisión Grandes Riesgos” apenas unos días antes dijo que no tenía caso preocuparse, y de como las autoridades demandaron por “proporcionar alarma” a un científico que (después que nadie hizo caso a sus investigaciones de cómo las subida del gas radón en el aire, que él midió, previene un gran terremoto) se iba por la ciudad con sus bocinas invitando la gente a ponerse a salvo.
No puedo aguantar así, y a las 9, como abre el Starbucks, estoy ahí con un gran café, escribiendo a todos mis contactos y en mi página web estas palabras: “La Basílica de Collemaggio se derrumbó… el Fin de una Era, empezada en el año 1000. En esta Iglesia está la Puerta Santa o del Perdón, que se abre el 28 de agosto de cada año cuando peregrinos de todo el mundo la atraviesan para que sus pecados sean limpiados. Y esto en consecuencia de una Bolla (orden) del papa Celestino V, el ermitaño, que, en el año 1192, después de ser el único papa en la historia coronado fuera de Roma, en contra de toda la Iglesia que en estos entonces cobraba cara la absolución, abrió aún a los pobres las puertas del paraíso.
En fin, bajo escombros, los restos de Celestino pueden descansar.” (no se quedó todo así tan fácil: rapidísimo en unos días vino el Vaticano y pude apoderarse de su cuerpo… después de 800 años) .
“Esta historia puede hacer reír, pero el hecho es que se trata de un lugar de poder, un chakra de la Tierra ¡cuantos libros hablan de esta iglesia! libros de arquitectura, arte, geometría sagrada, esoterismo, religión, templarios, etc…”
Jóvenes 13 hasta 20añeros fuimos los primeros en entrar tras del Gran Ojo en el Gran Muro, a un costado de la Basílica y, donde ahora esta el limpiecito Parque del Sol, descubrimos un mágico bosque, y ahí nos reuníamos a fumar marijuana y a viajar con LSD, y de ahí partió la mítica expedición nuestra de encuerados que cruzó a pie por algunas semanas las montañas hasta llegar al Festival de Villavallelonga.
Reanudando mi carta: “… y estos chakras se mueven, cambian, la Tierra se va despertando, y sacude de su espalda a una humanidad hipnotizada que ha centrado toda su vida alrededor del dinero, de los bienes materiales, explotando humanos, animales, plantas y la misma Tierra, destruyendo la naturaleza, contaminando, tratando muy mal…
“Otra característica de la ciudad era la de tener una altísima cantidad de depósitos bancarios. Energía congelada: el dinero es energía congelada. Y toda esta energía acumulada y bloqueada estalla: es un fenómeno físico. Otro importante chakra de la Tierra, él de Wall Street cayó: una vez el 11 de septiembre y luego en 2008 con el tan esperado colapso financiero, lo de una economía basada en el engaño y en el robo del trabajo de todos por parte del asqueroso banquete de unos pocos. ¡No hay marcha atrás! El mundo ya ha cambiado y no hay marcha atrás: los gobernantes y ellos que pretenden mantener en pie el pasado o empezar de nuevo cola misma sopa aún empeorándola, pasarán a ser los que, oponiéndose a este flujo de cambio que es el de la Tierra y del Cielo, resistiendo a lo que la Tierra nos impone (gracias Madre), necia y bárbaramente determinados en bloquear esta inmensa energía, no podrán obtener otra cosa más que se descargue en destrucciones, dolor, Muerte.
“… en buena fe mi hija me ha enviado una petición a firmar para que el dinero de la lotería nacional vaya a la reconstrucción.
¡Cuidado!
¿Reconstruir qué? ¿La misma cosa?
Un nuevo business es al alcance de los de siempre, él de la reconstrucción: ¡se hacen las guerras para luego manejar la reconstrucción!
“Se construyen casas nuevas, antisísmicas, según los más modernos y avanzados criterios de la arquitectura ecológica, sustentable y armónica. Los mejores arquitectos urbanistas trabajen para darnos una ciudad nueva del mundo nuevo; y que las ruinas de las tantas obras de arte antigua (la ciudad era famosa como la de las 99 iglesias, y 99 fuentes) permanezcan así, ¡que no se haga el falso artístico de reconstruirlas! Que sean patrimonio de la humanidad: un sitio arqueológico importante, como Pompei, Teothiuacán, el valle de la Esfinge, las ruinas mayas… una advertencia para el enjambre humano de no caer en los mismos errores, de no acumular, bloquear…
“¡Para un Aquila que vuele! y no la jaula de águilas sufriendo que todos los ciudadanos de mi edad recordamos en frente de la alberca municipal. Este es el mensaje que viene de allí, junto con las lágrimas: el intento de evolucionar, transformar, amar, el sueño de el águila-serpiente, el sueño de unir nuestra raíz terrestre con nuestro destino estelar de libertad.”
¡No están de acuerdo!: la gente quiere regresar a sus casas, quiere todo como antes (algo que nunca es posible, y aún si lo fuera materialmente ya cambiaron las relaciones humanas, ya cambió la memoria colectiva, ya es otro el mundo creador: el de las ideas) y encontraron un gobierno de mentirosos profesionales que les dijo por supuesto que sí: - ¡nosotros somos el gobierno del Hacer! -
Y la ciudad fue declarada zona roja (y hoy día después de 18 meses nadie puede entrar todavía) y encerraron a la población en casas de campaña, cercados por policías y soldados de todos tipos ¡hubo hasta 10 uniformados por cada ciudadano! Sin derecho de moverse, de comunicar, de nada: comida chatarra y ya! Y cuando, acercandose el invierno, la gente se manifestó, inconforme en quedarse ahí con la temperatura que alcanza muchos grados bajo cero… les quitaron café, vino, cigarros… por excitados…
- Estamos trabajando en el proyecto C.A.S.A. - ¡dijo el gobierno la palabra mágica! y llevaron a miles de obreros inmigrantes a trabajar mal pagados (una de las reglas era que la ciudadanía absolutamente no tenia que trabajar en reconstruir su ciudad, era mucho más seguro mantenerlos encerrados a engordar como crianza de pollos, y ver 24 horas la televisión, monopolio de propiedad personal del presidente Berlusconi; y psicofármacos a cubetazos… ¡todo pagado!).
– Y ¡milagro! ya les entregamos hoy mismo la Basílica de Collemaggio, lista, nuevecita - (pa’ que tengan donde llorar).
Y a la población le pagaron hoteles, o la renta de casas particulares, esparciéndola por centenares de millas alrededor. Cuando hoy Sarkozy y toda la banda dicen que no hay dinero para las jubilaciones, que los mayores tienen que seguir trabajando para sustentar la economía… es de su economía que hablan, de sus exageradas ganancias, porque ya vimos que cuando se trata de controlar una socialmente peligrosa población de damnificados prefieren pagarle todo y mantenerlos prisioneros, que no darle trabajo y dignidad y así derecho de palabra y de decisión.
Después de un año se vio de que se trataba el proyecto C.A.S.A.: palacios de madera o de yeso, que ya se van deshaciendo en pocos meses, sin ningún servicio, ni una tiendita de leche para los niños (¡hay centros comerciales a unos kilómetros! … propiedad de transnacionales), pagándoles con dinero público a sus amigos de la constructoras mucho más del precio de las casas verdaderas (hay grabaciones de conversaciones telefónicas apenas 5 minutos después del sismo, diciendo: - no puedo dormir por cuanto estoy riendo de los enormes negocios que vamos a hacer con este regalo del terremoto -) y lo presentaron al mundo como: -¡Misión Cumplida! ya tienen su casa - (¡cuidado que pero Draquila dice: C.A.S.A. y no casa!); mientras que ellos mismos intentan comprar muy baratos los edificios del centro histórico cerrado de los propietarios sin trabajo ni recursos.
Era un plan que tenían ya listo. Y las casas son una aquí, una allá, separadas por kilómetros en el medio de la nada, y la gente ya no tiene lugares donde socializar, juntarse, hablar, convivir. De una ciudad de mil años de historia hicieron vente pueblitos de desconocidos, muchos obesos, desesperados, solos, con un tercero de la población en terapia psiquiátrica.
Son planes ya listos que tienen para el control. Ahora ya no se hacen golpes de estado en Europa y America del Norte: para quitar cualquier derecho democrático logrado con enteras generaciones de lucha, hoy es mejor y tan fácil aprovechar bien de un desastre natural. Ahí en L’Aquila se hizo la prueba general de este nuevo sistema de control… y con el cambio climático va a haber desastres a menudo… y si no hay desastres naturales pues ya hay la necedad y la tecnología para causarlos …
Pero en el medio de lo que fue el desastre natural, político, social y humano, como crema cuando se calienta la leche, se sube una humanidad nueva. Algo en lo profundo es diferente: los policías municipales ya no cobran estacionamientos y ya no van cazando transgresores para ponerles multas. Lo que queda de la ciudad es nuestro. Muchas relaciones humanas antes basadas en la pura competición tienen ahora sus raíces en la compasión, la comprensión. Mucha gente que había puesto todo el sentido de su vida en la posición social, la súper casa y carro, una vez que lo perdieron todo ya no son hinchados y, después de andar por un buen rato desapercibidos mirando el vacío, ahora son más gentiles e interesados en su próximo. En la autoconvocada Asamblea Ciudadana todos se hablan cara a cara, dando del tú al alcalde, al político… y los ciudadanos ya no creen que la solución la vaya a sacar de su sombrero de copa el hierofante o caudillo en turno y saben que deben existir a través de la solidaridad y reconstruir su ciudad con su propia creatividad e intento.
Y los jóvenes… ¡los jóvenes son la verdadera flor! Ellos aceptaron más el cambio radical que llegó, y trabajan para que este se vaya desarrollando aún más, alivianando primeramente sus corazones en su misma vida… y en su mayoría ya no quieren trabajar por la Muerte, la guerra, la explotación masiva, en cualquier forma los chantajean con el “rescate de la economía”, a pesar de lo que parezca costar.
En el otro costado de la Basílica de Santa María de Collemaggio hay una lomita donde había el hospital psiquiátrico, un lugar que daba miedo. Recuerdo cuando era niño y una noche desde la ventanas de nuestra casa lejana ahí vimos una gran fogata y se oían fuertes gritos, y nos dijeron que los locos se habían escapados: todavía tengo en los ojos y en el corazón el valor impactante de su fiesta dionisiaca cuando conquistaron la libertad por una noche. En fin, ahora los jóvenes sin pedir permiso ocuparon este lugar y lo llamaron Casematte (un doble sentido que quiere decir fortificaciones militares pero aún Casas Locas) y ahí van practicando vida en comunidad, arte, información, y el fuego está prendido todas las noches.
Rodolfo de Matteis, a 22/26 de octubre de 2010
ya encontré un error... ¡disculpen! esta vez de teclado... donde dice: "Se construyen casas nuevas..." era: "Se construyan..." o tal vez mejor dicho: "Que se construyan..." . Espero que del contexto se intenda lo que se quiere decir... los agradezco por su comprensión...
ResponderEliminarMe parece una suerte de aleph. Y la frase: Energía congelada: el dinero es energía congelada. Me parece una frase celebre, interesante historia.
ResponderEliminarlester oliveros
Me gustó mucho. Creo que un libro escrito así no quedaría nada mal.
ResponderEliminarCreo que la crítica no debe ir por la puntuación o reglas ortográficas porque ya sabemos que estas experimentando con el español pero indiscutiblemente estas a un paso de hacerlo excelentemente.
Al final, me quedó la duda...la historia nos dice entonces que muchos lucran con el desastre pero la raza humana en general tiende a ser mejor luego de que es reducida a sus orígenes, cuando se queda sin nada...
Entonces, ¿es buena o mala la destrucción, el desastre?
Yo me quedé con la idea de que es injusta en términos monetarios pero es buena en términos humanos, del ser.
Saludos!
gracias Manu, aún que no sepa yo contestar a tu pregunta, puedo solo aceptar lo que pasa, a veces con tristeza, pero más bien con asombro, ya que no soy nadie para juzgar, ni creo sea justo hacerlo... para ser testigo de veras y cuentacuentos... a lo mejor transformando las energías con las cuales vengo en contacto, para una de risas y de querernos.
ResponderEliminarhasta siempre