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La Nena

La Nena
(Por Olga Contreras)

Desde antes de nacer -la nena- ya tenía trazada una vida de princesa. Sábanas de seda, ropa europea, finas joyas, niñeras especializadas, viajes exóticos, zapatos más caros que el salario mínimo, amistades escogidas en colegios apropiados a su condición, antes que la nena tan siquiera pidiera algo, ya lo tenía. Nunca se había visto a una damita tan joven, tan bella, con tan bellos modales y ojos desiertos de emoción. Y así creció la nena, llena de todo, completamente inútil a pesar de su educación en Francia, Italia, Inglaterra, Suiza, con títulos obtenidos en temas superficiales, inservibles, vanos como ella. La juventud se fue y la nena ya arrugada se quedó sola, con sus zapatos Ferragamo y sus carteras Vuitton, sin pareja pues nadie estuvo jamás a su altura, sin amigas pues todas rápido se olvidaron de ella. Y así murió la nena, llena de todo, vacía por dentro. La vida pasó por ella sin dejar huella y ella pasó por la vida cual fantasma sin poder tocar a nadie.

3 comentarios:

  1. Creo que podrías omitir "-la nena-" porque con la lectura queda claro que hablas de ella y más con el título.
    Me gusta ese "y ojos desiertos de emoción" pero a lo mejor podrías poner en lugar de ese "y" por un "pero con" para darle un poco más de fuerza."pero con ojos desiertos de emoción".
    Me gustó mucho la última frase.

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  2. Gracias, desgraciadamente está basado en una "nena" que conozco. Tanta educación desperdiciada, lo que no haría uno con esa oportunidad. Quise repetir y repetir 'la nena' para hacer énfasis en que a veces los padres somos los que etiquetamos a los hijos y los podemos anular como en este caso.

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