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Películas Caseras

Películas Caseras
(Por Olga Contreras)

-¿Qué película pondrá hoy? – se preguntaba mientras se maquillaba y se quitaba la ropa. Siempre tenía que llegar a la sala de proyección con nada más que una bata pues su marido le dejaba en el baño la ropa que debía usar para esa noche.

Todo había comenzado como un juego excitante. Los dos eran cinéfilos y esa era la única pasión suya que ella soportaba. Incluso había mandado a hacer una pequeña sala de cine en la parte de atrás de la casa. Butacas de capitán de puro cuero negro, alfombra a cuadros, el más moderno equipo de proyección digital, un barcito bien equipado.

-¿Qué te parece chiquita si una vez al mes ponemos una película y nosotros después actuamos las escenas más candentes? – le propuso un día.

- ¡Ala, qué buena idea papi! ¡Si, si, hagámoslo!- contestó ella realmente entusiasmada.

La primera película que “hicieron” fue Nueve semanas y media y contadas veces –con una mano y le sobraban dedos- se había divertido tanto con él. Si bien el casarse por pura conveniencia le había resultado bastante provechoso, había tenido que sacrificar muchas cosas como el amor de su vida; el tener que aguantar las exigencias sexuales de este gordo asqueroso con olor a cebo, que la dejaba siempre babeada, adolorida e insatisfecha.

Luego vino Henry y June y hasta había contratado a una tipa para poder hacer las escenas de tríos. Las siguientes fueron casi todas medias porno en las que a ella le había tocado hacer la mayor parte. Él sólo miraba y participaba ya a la hora del “gran final”. Pero la última vez vieron Átame de Pedro Almodóvar. Se le erizaba todo sólo de recordar la apaleada que le había puesto. Por lo menos el maldito tuvo la decencia de mandarla a primera hora con el mejor cirujano plástico para que no le quedaran marcas.

Como todos los golpeadores juró por su madre no volverlo a hacer y que de ahora en adelante se iba a dedicar a buscar películas menos violentas, más románticas, algo con trama de amor real y verdadero.

Caminó con algo de miedo y mucho desgano a la salita de cine, entró al baño y encontró un vestido, pero no era nuevo, era de ella, se lo había comprado hace como tres meses. Le pareció extraño pero se lo puso y salió a la sala que ya estaba a oscuras, sólo alumbrada por las luces tenues del piso.

-En tu lugar te dejé una copa de vino, para que te relajes -le dijo él con su voz chillona y nasal. Como te prometí, la película de hoy es de amor, basada en una historia real.

Se tomó el vino de un solo golpe. Comenzó la película y ella sólo alcanzó a ver con horror cómo se proyectaban en la pantalla escenas medio borrosas tomadas en una cama de hotel donde los protagonistas eran ella y su anterior marido. Veía entre llanto y con una cierta excitación cómo hacían el amor, cómo después de hacerlo hablaban y se juraban amor eterno. Las escenas se repetían, lo único que variaba era la ropa, el motel, las poses.

-¿Y ahora qué hago, qué le digo?- pensaba mientras trataba de verlo a él en la penumbra.

-No digás nada chiquita, no quiero oír nada. Yo se que te casaste conmigo por dinero, por salir de aquel lugar y así tener las cosas que creías merecer sólo por ser bonita o es que encima de todo ¿me crees tarado? Pero yo me hacía el loco por amor, con tal de tenerte cerca, de poder verte y tocarte como a mí me gusta, por oírte reír con mis chistes ¿o sos tan perra que hasta esas risas fingías?-
-Papi, espera que te explico- logró susurrar desde su butaca.

-No- dijo él con la voz quebrada- siempre quisiste llevar una vida de estrella, tipo Hollywood y te fallé. Pero como te amo tanto, mi chiquita, lo que sí puedo darte es una muerte de película.

Ella alcanzó a ver su enorme figura al salir de la sala, quiso pararse, correr tras él, explicarle, mentirle, rogarle, convencerlo de alguna forma, pero sus pies no le respondieron. La butaca la retenía presa con cuerdas invisibles, no podía moverse, sentía que su cuerpo era más pesado que su mismo marido.

-Mierda, este desgraciado me puso algo en el vino- pensó. Apenas sentía las lágrimas rodar por su cara. Poco a poco su respiración no fue más que exhalaciones.

En la pantalla sólo alcanzó a leer el título de la película Reversal of Fortune

-Lástima, ha de ser buena, es con Glenn Close y Jeremy Irons- fue lo último que alcanzó a pensar.

14 comentarios:

  1. me gustó, pero los diálogos están un poco plásticos no se ven naturales, el final está buenísimo.

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  2. Todo excelente, sarcástica, emotiva, sorpresiva, me gusto bastante, nada más quitaría lo de "papi" y "chiquita".

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  3. Gracias, lo de "papi" es para enfatizar la hipocresía de ella y noten que él le sigue diciendo "chiquita" a ella a pesar que ya la había envenenado...

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  4. Tiene usted razón, al verlo desde el punto de vista correcto, caigo en cuenta que ella se refería a él, con un seudónimo bastante -rígido- que denota, ahora lo sé, mucha hipocresía. Me falto cautela al leerlo, de cualquier forma me gusto bastante, gran trabajo.

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  5. Olga, que Henry y June no es "amor verdadero"? ¿Dónde hay más verdad que en el amor a la literatura? ;-)

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  6. si, la película "Henry y June" está basada en los diarios de Anaïs Nin, y es altamente erótica...y tenés toda la razón en cuanto al amor a las letras, que a veces se vuelve una pasión desesperada, que te consume, te carcome y te deja agotada, pero con paz interior.

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  7. Sentí como que algo no me terminó de "cuadrar" y creo que fue que según veo el se cansó de quererla por sus propios extraños motivos y sus celos pudieron más que su amor ("yo me hacía el loco por amor") pero entonces esto no me cuadra con su posterior frase "pero te amo tanto, mi chiquita que lo que si puedo es darte una muerte de película" y allí tampoco me hace sentido porque el era el cinéfilo, no ella...ella soportaba su manía esa...
    Pero ahora que releo el primer párrafo, allí está la contradicción: "Los dos eran cinéfilos y esa era la única pasión suya que ella soportaba"... si cambias esa frase y la dejas en que los dos eran cinéfilos, todo lo que te puse antes cobra sentido...¿no se si me explico?. (Igual mis comentarios como diría Quique, "muchas veces son puras babosadas", pero con el mejor de las intensiones.

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  8. Gracias Manu, todo el parrafo final donde él le dice que la ama y eso, está lleno de cinismo y sarcasmo...por eso le pone Reversal of Fortune, caso famoso y real en donde Claus von Bülow mata a su esposa Sunny envenenándola...por eso la muerte de película.

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  9. aaaa ok, entonces peco de neófito en cuanto al cine porque nunca me enteré de lo de Reversal of Fortune y por eso no le doy sentido...sorry.

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  10. olga, Reversal of Fortune es un clásico porque Sunny existió realmente y es una historia real, que perversa eres (en buena onda)

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  11. ñaca,ñaca ¡qué perversa! Justo por eso lo puse Nicté...ella quería una vida de cine y se le dió. Cuidado con lo que deseas porque se te puede cumplir.

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  12. final inesperado y cruel.
    Wow muy grueso,
    Mi amor: Tendre cuidado cuando me des mi lechita cuando mire Guatevisión!!jajaja

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  13. A mí me gustó que los diálogos sonaran medio falsos, porque concuerdan con lo que los personajes harían como amantes de cine...Reversal of Fortune, cabal, está basada en un caso de la vida real y hasta donde entiendo nunca se logró comprobar la culpa del marido en el coma de la esposa...lo único, es que hay liecitos de tildes todavía, pero pocos. El "sí" de afirmación, SIEMPRE se tilda; igual, cuando uno hace una referencia directa a una persona, al sustantivo se antepone una coma: "hola, Juan"; "no, papi"; "adiós, Olga"; "sí, papi, sí".

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  14. Gracias Juan, sí entendió lo que yo quería dar a entender.

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