variopinto

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Harina del mismo costal

Harina del mismo costal
Por Elena Nura



Cogió la bolsa que llevaba en el bolso, se la puso en la cara y comenzó a respirar sobre ella. Oía los latidos de su corazón como un tambor de banda acompañado de su respiración desbocada. Tranquila, tranquila se decía. Es sólo un ataque de pánico. Las piernas parecían desfallecer, como si toda su fuerza se le hubiera resbalado al tacón de sus zapatos. Un sudor frio le recorría todo el cuerpo, empapándolo en un baño que adhirió su ropaje a su piel. Tranquila, tranquila, ya se pasa. El pánico comenzó a doblegarse a su voluntad, amaestrado por un momento. Dejó de pensar que se volvería loca. Dejó de ver el nido del cuco sobre su cabeza. El Centro de Salud estaba a sólo dos manzanas, continuo su camino tras guardar la bolsita de papel en su bolso. Donde se quedaría hasta la próxima crisis.

Cuando llegó a la consulta, se sentó con la serenidad del que supera la tormenta, después de haberse asomado a la puerta y dicho: Por favor que pase el siguiente. 

5 comentarios:

  1. Hola Elena. Me gustó mucho tu cuento. También tengo mis episodios ansiosos, creo que es un padecimiento tan frecuente entre los del mundo actual...Qué gusto leerte.

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  2. AMIGOS Y AMIGAS, ¿QUÉ TEMA PONEMOS PARA EL 16? QUÉ SE LES OCURRE?

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  3. Hola Fabiola graciaS por leerlo.
    temas: ¡¡¡VACACIONES!!!,
    O como ya hicimos de padres ¿qué tal de HIJOS?, O ¿VILLANOS?, ¿ADICCIONES?...

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  4. Vacaciones, Hijos, Villanos, Adicciones (hicimos hace un año o por allí de drogas, pero no de adicciones), de Políticos, de Elecciones (en Guate estamos a un mes de elecciones...), de Oficinas...
    Me gustan tus tres propuestas...de verdad!!! VAcaciones ya me dio ganas de escribir.

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  5. Muy buena descripción de la angustia y el pánico. Puedes imaginártelo muy bien. Y genial la combinación de título con cuento.

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