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FLORES POR CARAMELOS

Flores por caramelos
Elena Nuñez
Walking dead estaba arrasando, en la primera temporada me había hecho adicto, mientras la parienta me decía -¿cómo te puede gustar eso?, es asqueroso. Cada viernes ella se ponía la manta hasta la barbilla, a mano para subirla cuando algunas tripas asomaban. Pero en esta temporada era tan bestial que no le daba tiempo, así que opté por cambiar de canal.
El personaje de la serie de otra cadena era una forense que con el bisturí hacía una raya perfecta como si el vientre de la víctima fuera un lienzo y su pincel trazara el inicio de una obra, a la que no estaba dispuesto a ver su ejecución. El canal de oferta de pago duraba hasta el martes siguiente así que aproveché por echarle un vistazo. El agente acudía al lugar de los hechos, no encontraban la cabeza, al parecer el asesino se la había llevado. No esperé a que sus indagaciones dieran fruto.
En la última oportunidad que le di al mando el joven de ojos claros y pelo rubio digno de una propaganda de cerveza nórdica, era en realidad un vampiro asesino. Dejaba un rastro de muertos por doquier en las noches de luna llena y en las que no, también. Harto de tanta masacre, y tanto muerto viviente, opté por ver las noticias.
Al parecer yo no me había enterado, pero hoy no era día de difuntos. Cuando era pequeño ese día acudíamos con flores a visitar a los que se habían marchado.
-¿Pero qué coño es eso?, ¿Cuándo han cambiado el nombre?
-¡Jesús!, Manuel, pero ¿en qué mundo vives? ¿Tú no sabes que ya no se llama día de difuntos, que ahora se llama Halloween?
En ese momento tocaron en la puerta, y me pareció estar dentro de esas series que estaba cansado de ver por la televisión. Tres mocosos vestidos, uno de vampiro, otro de personaje de “walking dead”, y otro con la cabeza entre sus manos, me decían como un disco rayado ¿truco o trato? ¿truco o trato? ¿truco o trato?
-Un respeto niño, hoy no es día de andar disfrazados. Hoy es un día de respeto, de recuerdo y de memorar a los que se han ido.
-¿Pero Manuel que le dices a los niños los vas a asustar? ¡Anda quita!
Mi parienta ya salía con una bolsa de caramelos de cristal, y les llenaba las manos a los niños, y se quedaba tan contenta al verlos salir corriendo a la siguiente puerta.
-¿Tú estás bobo?, ¿pero qué sermón le sueltas a los niños?
-Ya me dirás eso, cuando no te lleven flores.
-¡Bah!, tonterías.



2 comentarios:

  1. Me pudre que teniendo tantas tradiciones propias y tan llenas de significado tengamos que adoptar costumbres tan tontas y tan consumistas como el tal "Jalogüin"...excelente Elena! y yo prefiero flores (o caramelos) pero en vida y sin importar el día.

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  2. Un cuento que lleva a una reflexión sobre el día de muertos y el halloween (así se escribe?). Me gusta!

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