Nuestros sufrimientos son caricias bondadosas de Dios, dijo la Madre Teresa
(Por Juan Pensamiento)
Esta última vez que Juan Manuel le pegó, el escándalo fue tal y la golpiza tan grosera que los vecinos escucharon y llamaron a la policía. Y la policía, que nunca entiende este tipo de cosas, se lo llevó. Martha, obvio, no fue a interponer denuncia, pero desde ese día no ha sabido nada suyo. Y de eso hace ya casi tres semanas. Por lo menos todavía tiene un ojo morado a medio abrir y le quedan un labio partido y un diente flojo. Entonces, al verse al espejo siente su presencia, siente el apretón de sus brazos morenos y lampiños y le agradece tanto, tanto amor. Cuando se le caiga el diente, piensa, lo va a guardar en la cajita de música que le regaló, para verlo siempre que lo extrañe y recordar cómo él, además de su papá, ha sido el único hombre suficientemente hombre para ponerla en su lugar, como se merece. Ojalá regrese, piensa Martha con un dolor en el pecho, mientras se juega el diente flojo con la lengua. Ojalá regrese; y esta vez sí voy a portarme bien.
Hoy no salieron las itálicas del final...
ResponderEliminarsádico, pero para nada romántico
ResponderEliminarla idea es que en la mente de Martha, sí que es romántico...
ResponderEliminar¿Cómo que no salieron las itálicas?. Perdón, hoy tuve un día de locos, ya están.
ResponderEliminarSádico y creo que si existe romanticismo aunque en un nivel muy distinto al normal, y como el romanticismo es subjetivo...
Podemos ver muchos ejemplos como este en la sociedad en donde los hombres "cortejan" a una mujer de mil y un maneras, no todas con flores y caricias. Y las mujeres interpretan como romántico el simple hecho de ser atendidas, a veces expresado por golpes. "Si no me pega es que ya no le importo"...
¡Gracias, Manu! Por las itálicas y por el comentario.
ResponderEliminarMe cachaste exacta la idea: que el romanticismo es subjetivo y cada quién lo puede entender como bien o mal quiera...es bien triste eso, pero yo tenía una amiga que si el novio no le hacía escenas de celos, ella no sentía que él la quería, así que de ahí saqué la idea; a mí no se me da esto de los romances clásicos.
Esto daría para hablar, para armar congresos, conferencias, debates, cine-forums..sólo digo dos cosas: 1. Hay que educar a las niñas para no tolerar abusos de ningún tipo ,y, 2. Siempre he dicho que las peores machistas que hay, son las propias mujeres, pero eso es igual fruto de la educación.
ResponderEliminar¿será mucha molestia que también le pongás las itálicas al primer "ojalá regrese"? es que así es como iba el original...
ResponderEliminarojo, muchis: aparte es sádico y aparte es masoquista...
ResponderEliminarBien Juan, es la realidad de muchas mujeres que se creen el cuento del príncipe azul que las deja moradas. El mito del amor romántico lleva a las niñas al altar y al dolor
ResponderEliminarQué buen cuento. Me gustó la ironía que maneja desde el título. Es como retratar una cultura que se deja golpear día y noche. Y las mujeres en mayor escala. Me parece que bueno y breve, dos veces bueno. Y todo, gracias a las enseñanzas de la santa iglesia católica (con minúsculas, no en itálicas). Felicidades. Escandaliza y eso es lo que más vale. Se siente el cuento tan cercano.
ResponderEliminarMe parece muy bueno. Puede que a ningún lector le parezca romántico, pero lo es para Martha.
ResponderEliminarTambién creo que hay que educar a las niñas para no tolerar nigún tipo de abuso.
Slds
Hecho el cambio a las itálicas. Saludos!
ResponderEliminar¡Mil gracias, Manu! Ya mandé mi parte del grupal...
ResponderEliminarMe gustó mucho la idea del romanticismo masoquista, me recordó a "Pepi, Luci y Bom" de Almodovar. Es decir, algo distinto.
ResponderEliminarPero no estoy de acuerdo con el final. Una chica masoquista busca el castigo, es decir, pensaría en seguirse portando mal. Como en "Pepi, Luci y Bom" o la película "Secretary".
Las chicas que dicen "ahora sí me portaré bien" son las maltratadas que piensan que con su actitud pueden cambiar al maltratador. Piensan que tienen la culpa de todo y que si cambian él no las va a maltratar. Y esas no son masoquistas, sino que la socialización y/o el trato con el maltratador les ha hecho dudar de sí mismas, y tienen la autoestima por los suelos.
No hay que confundir ambos. Porque después se piensa que las que "se dejan maltratar" es porque quieren, y no porque no pueden salir del círculo vicioso.
En cuanto al S/M yo pienso: mientras ambos estén de acuerdo, que hagan lo que se les de la gana. Ahora si uno no está de acuerdo, el otro tiene que respetar. Dicen que Freud decía que "todo tipo de sexo es normal, lo único que no es normal es no tener sexo" ;-)
¡Me encantás, Ixmucané! Lo único es que yo no pensé en Martha como una chava masoquista en el aspecto sexual, sino en alguien del segundo tipo, con la autoestima en la mierda y que ve el abuso como una forma de amor externo, cómo que se lo merece y, aunque lo acepta, espera llegar a "ser buena" y no merecerlo y en ese sentido sí lo confunde con romance...
ResponderEliminarAh, ya capizqué. Como la canción: "rómpeme, mátame, pero, no me ignores, no mi vida, prefiero que tú me mates que morirme cada día". Que maltripeo de canciones jajajaja
ResponderEliminarY ya que vamos a las confesiones, a mí también me llegás un montón. Lástima que no pude estar en Palabras Diversas para conocerte :-(
¡amo esa rola de Trigo Limpio!
ResponderEliminarah, pero nos vamos a conocer, fijo, y vamos a armar otra lectura, quizá con las martesadas...